Falleció el 24 de abril de 1875, la feminista incansable, fundadora del reconocido semanario Álbum de Señoritas nacida el 26 de junio de 1819.
Exiliada en Montevideo abrió en su casa el “Ateneo de Señoritas”, una escuela privada para las niñas de elite y comenzó a publicar sus primeros poemas firmados bajo el seudónimo de Mujer Poeta.
Sus novelas y obras teatrales y a difundirlas a través de su nuevo Jornal das Senhoras, fundado en 1851. Entre sus escritos, se encontraba Los misterios del Plata, en el que intentaba describir el “misterio” del rosismo. En su periódico, la emancipación de la mujer, el rechazo al esclavismo y la educación son algunos de los principales temas tratados.
Hacia fines de la década de 1850, regresa a Buenos Aires, decidida a emprender en la ciudad del plata las mismas actividades culturales y educativas que había desarrollado en sus otros destinos. Es así que nace la idea del Album de Señoritas, un semanario feminista, educativo y anticlerical, el cual, no obstante lo novedoso de la idea, no iba a tener demasiado éxito.
En 1859, el escritor José Mármol la presentaría a Domingo F. Sarmiento, quien la promovería a directora de la Escuela Normal Mixta Nº1, en el barrio de Monserrat. Al poco tiempo, se hizo cargo de los Anales de la Educación Común, órgano creado por Sarmiento para difundir su política educativa. Manso difundía ideas de avanzada, apelando a la reflexión educativa en contra de la pedagogía del castigo. Mientras tanto, se dedicó a traducir obras que le pedía Sarmiento, a realizar obras de difusión cultural y a seguir escribiendo. Entre otros textos, en 1962 redactó el Compendio de historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, un manual para difundir en las escuelas.
Con Sarmiento como interventor en San Juan, debió combatir sola, desde los Anales, contra los prejuicios de la época, para sostener la idea de la educación mixta, tarea que se hizo más cuesta arriba cuando se convirtió al anglicanismo. La escuela mixta fracasaba y ella, ya considerada “la loca”, presentaba su renuncia. En conferencia o debate en el que estuviese, era abucheada e insultada, por el pecado de animarse a desarmar la muralla de conservadurismo de la sociedad de época.
Pero tendría revancha. La nueva oportunidad se presentaba con la llegada de Sarmiento a la presidencia, en 1868. Fue la primera mujer vocal del Departamento de Escuelas y luego de la Comisión Nacional de Escuelas, fundó más de 30 escuelas e introdujo el inglés y los concursos de méritos.
Fuente:
Texto: El Historiador extracto de Felipe Pigna, Mujeres tenían que ser, Buenos Aires, Editorial Planeta, 2011.
Imagen: Revista Furias
Texto: El Historiador extracto de Felipe Pigna, Mujeres tenían que ser, Buenos Aires, Editorial Planeta, 2011.
Imagen: Revista Furias
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